¿Alguna vez se ha preguntado cómo sería trabajar en un equipo autogestionado? ¿Le parece un sueño? ¿O la idea le genera escepticismo? En Garantell intentamos trabajar así. Para ser sinceros, no es sencillo Y puede sonar cursi, pero crecemos día a día. Me gustaría compartir algunas de las cosas que he aprendido. Creo que definir objetivos compartidos, crecer juntos y mantener un buen entorno de trabajo nos ha ayudado.
Ha sido muy rápido. Es difícil comprenderlo del todo, pero tenemos una sensación primaveral en nuestro frío país. Hemos pasado de -18 a +8 grados en una semana, así que no hemos tenido tiempo de asimilarlo. La nieve se derritió a un ritmo vertiginoso y la mayoría de nosotros guardó los patines y los esquís para dejar sitio a las bicicletas y los barcos…
La digitalización es importante para Garantell. Comienza con nuestros clientes dibujando estantes de malla, vallado de protección y malla anti-caida en nuestro programa en línea Garantellator hasta producir el producto, todo ello es automático. Pero la digitalización es solo una herramienta. Nuestros equipos autodirigidos están en el corazón de nuestra empresa. Cómo se engranan juntas ambas partes, explica nuestro presidente Mikael Axelsson. Esta vez no es un blog escrito, sino un vlog. Míralo aquí:
En el mundo actual es importante estar alerta y bien preparado para lo que nos pueda deparar el día. Es mucho más fácil cuando se tienen cerca empleados con distintas experiencias y conocimientos. Es posible que hayan leído los textos anteriores del blog «Las diferentes nacionalidades: nuestro punto fuerte común» y «El desayuno común: alimento para el alma» escritos por un par de mis colegas. Dan la impresión de que somos una caja de «selectos y surtidos», es decir, mucha gente de diferentes países y diferentes departamentos. Pues así es. Garantell reúne todas las funciones y departamentos bajo un mismo techo, desde la producción hasta las ventas, desde el desarrollo hasta la pintura.
El tiempo es una de las pocas cosas en la vida que todos nos podemos distribuir de manera uniforme, nadie puede quejarse o insistir en que la repartición no es justa. Sin embargo, las 24 horas del día de las que todos disponemos se pueden utilizar o desperdiciar de distintas formas. Pero solo lo que hagamos perdura en el tiempo.
Este año, muchas tradiciones se han quedado en agua de borrajas. Debido al avance del coronavirus, el número de personas que tienen permitido reunirse en el mismo sitio se ha visto limitado, y las celebraciones han cambiado de formato. Ello ha afectado a la capacidad de celebrar todos los actos, desde bodas hasta funerales, de la manera en la que solíamos hacerlo. Los funerales en línea se han vuelto el pan nuestro de cada día en Suecia, mientras que puntos señalados en el calendario, como el solsticio de verano (midsommar), la fiesta del cangrejo de río (kräftskiva) o los cumpleaños, se han celebrado con el círculo más íntimo de familiares, en lugar de, como de costumbre, con la familia y los amigos. Ahora nos enfrentamos a lo que es la fiesta más importante en la mayoría de Europa: la Navidad. También será para muchos distinta este año, ya que los mayores no podrán participar en la celebración de la misma forma que lo solían hacer.
¿Qué fin persigue la digitalización? En la sociedad actual, prevalece más la norma que la excepción: las empresas buscan constantemente nuevas soluciones en el ámbito de la informática. Quizás se haya encontrado con empleados que han suspirado por algún «invento nuevo» que su propia empresa o sus socios comerciales han introducido.
Tenemos el invierno a la vuelta de la esquina y en Småland podemos echar la vista atrás a las mágicas noches de agosto en las que el sol se ponía a las diez y media. Sentarse junto a un oscuro lago brillante como un espejo y ver la puesta de sol tras las copas de los árboles es algo mágico. Para aquellos que creen en los monstruos marinos, huelga decir que las noches de agosto llenas de sombras y con la puesta del sol son el momento álgido para los monstruos marinos.