Todo comenzó en 2015 cuando dejé mi amado Iraq y me vine a Suecia. Tuve que dejar una vida, una familia, una carrera profesional y un futuro. Todo. Para empezar de nuevo. A mediados del verano de 2018 pude hacerme un hueco en el mundo laboral sueco. Fue Garantell quien me abrió sus puertas. Me acuerdo perfectamente del día en que recorrí en bicicleta el fragante y denso bosque hasta llegar a Speditörvägen 8. Había una cosa que tenía clara: que ese día era el comienzo de un nuevo capítulo en mi vida en Suecia. Estaba más que listo y lleno de gratitud y curiosidad. Tenía grandes expectativas y me sentía enormemente motivado.
Fue solo a posteriori cuando empecé a pensar dónde había ido a parar. ¿Qué clase de empresa era? No importaba mucho, ya estaba vinculado emocionalmente con Garantell. Estaba motivado y convencido de que mis energías encajaban aquí. Simplemente quería formar parte de este equipo.
Todo era tranquilo y todo el mundo parecía tranquilo y seguro de sí mismo. Me gustó la primera impresión que tuve. Las cortinas rojas, la decoración elegante y el suelo gris antracita indicaban estabilidad y seguridad. Al cabo de un tiempo aprendí el término sueco «lagom» que significa «justo lo suficiente», no es ni muy poco ni demasiado. Una dosis equilibrada que crea bienestar y aceptación.
A mí, que como la mayoría de mis compatriotas, tengo fama de ser cálido y extremadamente extrovertido, me costó hacer mío ese estilo de vida «lagomista». ¡Anda que no tuve que luchar para frenar mi entusiasmo y ponerle freno a mi lenguaje corporal! Fue todo un reto. Pero me atraía «la forma sueca» y me esforcé por adaptarme. Observé mucho y, finalmente, me contenté con hablar sobre el tiempo y la fiambrera, las noticias y los planes para el fin de semana, cosas que son temas clásicos en las conversaciones superficiales entre los compañeros de trabajo aquí en Suecia. Me sentía cada vez más cómodo con el sistema sueco.
En medio de mi entusiasmo, conocí a nuevas personas que se convirtieron en mis mejores maestros en el lugar de trabajo. Mis compañeros de trabajo mostraron mucha paciencia conmigo. Me enseñaron y me corrigieron, me animaron y me mostraron su aprecio. «¡Tranquilo!», seguido de una amable sonrisa es una expresión frecuente aquí en Garantell. Supongo que al principio estaba un poco confundido. Mi origen iraquí me había enseñado a mantenerme firme en un entorno donde los errores no estaban bien vistos. No obstante, la filosofía de Garantell es cometer errores para aprender y desarrollarse.
Cada día, uno se centra en el objetivo de la empresa: hacer que el día a día sea más sencillo. Admiro la mentalidad de desarrollo de Garantell. Unos enseñan a otros y todos aprenden de todos, se aceptan de una manera sencilla. Aquí todo el mundo tiene derecho a expresar su personalidad, estructurar sus tareas de trabajo y contribuir a crear un ambiente de trabajo agradable. Estaba acostumbrado a una jerarquía bien definida, pero experimenté seguridad y satisfacción al formar parte activa de un equipo que se lidera a sí mismo en el que se ponen en valor los puntos fuertes de cada persona y donde siempre hay cabida para las nuevas ideas.
Trabajamos constantemente para optimizar el tiempo. En la máquina de doblado y láser aprendo todos los días a optimizar el tiempo y a menudo escucho a alguien decirme: «¡Trabaja rápido, pero no te estreses!».
«¿Qué?», me digo a mí mismo. No he entendido del todo lo que quieren decir con eso. ¿Quizás es todavía demasiado sueco para mí? Gestionar el estrés es probablemente algo que tengo que trabajarme, sobre todo cuando hay que rendir y cumplir la fiabilidad de las entregas.
Garantell presta mucha atención al bienestar y a la creación de condiciones que garanticen un entorno de trabajo saludable y sin estrés. La última tecnología, automatización, todo el confort a la hora del equipo de protección en el trabajo, instalaciones de música en las oficinas, cómodos sofás, sillones y alfombras suaves donde se puede socializar frente a una taza de café o una pieza de fruta fresca (por supuesto, zona en la que está prohibido el calzado según la tradición sueca), mantenimiento continuo de los locales y limpieza cuidadosa, solo por nombrar algunas. Esto hace que me sienta cómodo aquí. El esmero y la atención al detalle es probablemente algo en lo que me reconozco.
La estructura hace que mayormente todo fluya suavemente como una bola que, silenciosa y cuidadosamente, rueda por la mesa de billar con tapete verde hacia el agujero. Así de fácil. ¿O tal vez no del todo? Cuando empecé a trabajar en Garantell, tenía la sensación de que todo iba muy despacio. Me vi obligado a cambiar de opinión cuando me adentré un poco más en el sistema sueco, cuya estructura tiene una lentitud incorporada, un antídoto para el estrés. Ahora me doy cuenta de que las cosas están cambiando con el orden y que el más mínimo detalle está muy bien pensado. Los suecos son muy buenos a la hora de planificar con mucha antelación antes de actuar. Aunque al principio era escéptico, tengo que admitir que estoy contento con esta estructura porque yo también soy estructurado. Por eso aprecio el sistema sueco.
A pesar de todos los desafíos, Garantell hace todo lo posible por hacer que mi trabajo me encante. Tengo un vínculo emocional con Garantell, sencillamente, fue el primero que me abrió sus puertas. Cada día me «asueco» más y más. No pierdo mi identidad como árabe de sangre caliente pero, quién sabe, ¡incluso podría empezar a llegar puntual a una reunión concertada o una quedada con amigos! En esto, probablemente todavía sea muy iraquí.
La luz siempre ha ocupado un papel especial en Suecia. Incluso en la época más oscura del invierno, mientras recorro las calles de la ciudad, veo luces en cada ventana; luces de velas, lámparas y decoraciones navideñas, que iluminan los edificios cubiertos por la nieve. Me hace darme cuenta de hasta qué punto las personas echamos de menos la luz del sol y las largas noches de verano. En Suecia, los anhelos por esta luz culminan en torno a uno de los días más cortos del año: el 13 de diciembre, el Luciadagen o Día de Santa Lucía.
En una empresa en la que el crecimiento es uno de los puntos de atención constantes, es fácil terminar siempre muy apurado. ¿Conoce la sensación? La atención se centra en las máquinas y la productividad. Se olvidan cosas como el bienestar de los empleados, el entorno de trabajo y el orden. Estamos intentando cambiar esto. Creemos que todo está conectado. El orden, la calidad y el bienestar de los empleados están relacionados con la satisfacción de los clientes. ¿Qué podemos hacer al respecto? Muchas cosas, la verdad, pero esta vez creo que voy a hablarle de nuestra tarea con los inmuebles, el entorno de trabajo y el grupo que se ha dedicado a esto. Propongo algunos consejos para hacer más agradable el lugar de trabajo, basados en nuestra experiencia. Quizá puedan servirle de inspiración.
¿Recuerda el momento en el que el reloj marcó las doce y pensó en todos esos propósitos de Año Nuevo? Comer más saludable, hacer más ejercicio… Ya han pasado más de siete meses. ¿Qué tal van esos propósitos? Hay estudios que muestran que menos del 50 % de las personas son capaces de mantener esas promesas durante un par de meses. No obstante, no sienta que ha fracasado, nunca es tarde para comenzar un nuevo hábito. Mi consejo es que no haga promesas, sino que establezca objetivos. Entonces, podrá tener objetivos intermedios y recompensarse a sí mismo. Si no cumple con un objetivo intermedio, no es una catástrofe. Tiene una nueva oportunidad para cumplir con el siguiente objetivo intermedio. Sin duda, esto suena mucho mejor que romper una promesa.
¡Menudo año! Todo ha estado un poco «fuera de lo normal». Sin embargo, a medida que la ola de vacunación se extiende por Europa, podemos volver a pensar, por fin, en disfrutar de las vacaciones. Así que, ¿por qué no viajar al norte? Solemos asociar a Suecia con el mal tiempo, pero la verdad es que es mucho más fría de lo que pensamos. La ventaja es que, si evitamos las tres ciudades más grandes: Estocolmo, Gotemburgo y Malmö, la densidad de población disminuye y podemos disfrutar de su cultura y naturaleza de un modo mucho más seguro. En Garantell, hemos actuado como agencia de viajes, ofreciendo algunos consejos a la hora de viajar para los amantes de Suecia. Por ello, con el objetivo de hacerlo más sencillo, he decidido crear un blog y escribir sobre ello.
¿Alguna vez se ha preguntado cómo sería trabajar en un equipo autogestionado? ¿Le parece un sueño? ¿O la idea le genera escepticismo? En Garantell intentamos trabajar así. Para ser sinceros, no es sencillo Y puede sonar cursi, pero crecemos día a día. Me gustaría compartir algunas de las cosas que he aprendido. Creo que definir objetivos compartidos, crecer juntos y mantener un buen entorno de trabajo nos ha ayudado.
Ha sido muy rápido. Es difícil comprenderlo del todo, pero tenemos una sensación primaveral en nuestro frío país. Hemos pasado de -18 a +8 grados en una semana, así que no hemos tenido tiempo de asimilarlo. La nieve se derritió a un ritmo vertiginoso y la mayoría de nosotros guardó los patines y los esquís para dejar sitio a las bicicletas y los barcos…
La digitalización es importante para Garantell. Comienza con nuestros clientes dibujando estantes de malla, vallado de protección y malla anti-caida en nuestro programa en línea Garantellator hasta producir el producto, todo ello es automático. Pero la digitalización es solo una herramienta. Nuestros equipos autodirigidos están en el corazón de nuestra empresa. Cómo se engranan juntas ambas partes, explica nuestro presidente Mikael Axelsson. Esta vez no es un blog escrito, sino un vlog. Míralo aquí:
En el mundo actual es importante estar alerta y bien preparado para lo que nos pueda deparar el día. Es mucho más fácil cuando se tienen cerca empleados con distintas experiencias y conocimientos. Es posible que hayan leído los textos anteriores del blog «Las diferentes nacionalidades: nuestro punto fuerte común» y «El desayuno común: alimento para el alma» escritos por un par de mis colegas. Dan la impresión de que somos una caja de «selectos y surtidos», es decir, mucha gente de diferentes países y diferentes departamentos. Pues así es. Garantell reúne todas las funciones y departamentos bajo un mismo techo, desde la producción hasta las ventas, desde el desarrollo hasta la pintura.
El tiempo es una de las pocas cosas en la vida que todos nos podemos distribuir de manera uniforme, nadie puede quejarse o insistir en que la repartición no es justa. Sin embargo, las 24 horas del día de las que todos disponemos se pueden utilizar o desperdiciar de distintas formas. Pero solo lo que hagamos perdura en el tiempo.
Tenemos el invierno a la vuelta de la esquina y en Småland podemos echar la vista atrás a las mágicas noches de agosto en las que el sol se ponía a las diez y media. Sentarse junto a un oscuro lago brillante como un espejo y ver la puesta de sol tras las copas de los árboles es algo mágico. Para aquellos que creen en los monstruos marinos, huelga decir que las noches de agosto llenas de sombras y con la puesta del sol son el momento álgido para los monstruos marinos.
Nosotros, tanto como empresa o como empleado, debemos relacionarnos con un mundo en el que la tecnología evoluciona mucho y muy deprisa, con un flujo de información acelerado. Nuestros productos y servicios deben estar en constante evolución, cambio y mejora. A poder ser, debemos presentar soluciones innovadoras que nuestros clientes no sabían que necesitaban.
Cuando voy en bicicleta a Garantell por las mañanas, pedaleo a través de un paisaje típico de Småland, (si siente curiosidad por saber qué es Småland, eche un vistazo a un libro de Astrid Lindgren, nuestro héroe nacional (la madre de Pippi Calzaslargas)). Astrid describe el paisaje de Småland tal y como aparece ante nuestros ojos hoy en día: bosques, caminos de tierra, pastos con vacas, casitas rojas con las esquinas blancas y aves cantando. A menudo se ve un zorro o un ciervo y se oye un fuerte crujido de ramas en el bosque, lo que garantiza el avistamiento de un alce o un jabalí.
¿Cuántos riesgos hay en el trabajo y existe un lugar de trabajo completamente seguro? ¿Es suficiente con que haya cinta de advertencia en los camiones de almacenamiento, debe haber líneas específicas dibujadas en el suelo por donde los camiones puedan conducir o se deben encender las luces del techo para que sea seguro?
Cuando yo, una chica de una ciudad grande en Bélgica, empecé a trabajar en Garantell, aprendí muchos hábitos y rutinas de trabajo nuevos. Que los suecos: algunos más extraños que otros. Una de estas rutinas es que todos los trabajadores de Garantell desayunan juntos. Todos los días, a las 9 de la mañana en punto, esperamos sándwiches, huevos cocidos y yogur como acompañamiento del aroma del café recién hecho. Este último puede parecer un detallito en el conjunto, pero el café es algo muy serio. Los suecos son famosos por su consumo de café. Como la aficionada al buen comer que soy, valoro mucho desayunar en el trabajo, pero lo más importante del desayuno en la oficina no es la comida, sino la charla.