La luz siempre ha ocupado un papel especial en Suecia. Incluso en la época más oscura del invierno, mientras recorro las calles de la ciudad, veo luces en cada ventana; luces de velas, lámparas y decoraciones navideñas, que iluminan los edificios cubiertos por la nieve. Me hace darme cuenta de hasta qué punto las personas echamos de menos la luz del sol y las largas noches de verano. En Suecia, los anhelos por esta luz culminan en torno a uno de los días más cortos del año: el 13 de diciembre, el Luciadagen o Día de Santa Lucía.
En una empresa en la que el crecimiento es uno de los puntos de atención constantes, es fácil terminar siempre muy apurado. ¿Conoce la sensación? La atención se centra en las máquinas y la productividad. Se olvidan cosas como el bienestar de los empleados, el entorno de trabajo y el orden. Estamos intentando cambiar esto. Creemos que todo está conectado. El orden, la calidad y el bienestar de los empleados están relacionados con la satisfacción de los clientes. ¿Qué podemos hacer al respecto? Muchas cosas, la verdad, pero esta vez creo que voy a hablarle de nuestra tarea con los inmuebles, el entorno de trabajo y el grupo que se ha dedicado a esto. Propongo algunos consejos para hacer más agradable el lugar de trabajo, basados en nuestra experiencia. Quizá puedan servirle de inspiración.
¿Recuerda el momento en el que el reloj marcó las doce y pensó en todos esos propósitos de Año Nuevo? Comer más saludable, hacer más ejercicio… Ya han pasado más de siete meses. ¿Qué tal van esos propósitos? Hay estudios que muestran que menos del 50 % de las personas son capaces de mantener esas promesas durante un par de meses. No obstante, no sienta que ha fracasado, nunca es tarde para comenzar un nuevo hábito. Mi consejo es que no haga promesas, sino que establezca objetivos. Entonces, podrá tener objetivos intermedios y recompensarse a sí mismo. Si no cumple con un objetivo intermedio, no es una catástrofe. Tiene una nueva oportunidad para cumplir con el siguiente objetivo intermedio. Sin duda, esto suena mucho mejor que romper una promesa.